Todos los gatos del mundo

En nuestro planeta existen 36 especies de félidos. De todos ellos (obviando al gato doméstico, evidentemente), los más conocidos son los denominados grandes felinos (león, leopardo, tigre y jaguar, aunque hay autores que incluyen en este grupo al guepardo, puma, leopardo de las nieves y pantera nebulosa). Este nivel de conocimiento no es extensible a sus primos más pequeños que viven en remotas selvas (tigrillo, margay), solitarios desiertos (gato de las arenas), inexpugnables montañas (gato andino, gato de Pallas) o confinados en pequeñas áreas de distribución (como el gato de Iriomote). Sus hábitos mayoritariamente nocturnos, su pelaje críptico y su comportamiento esquivo hace que sean raramente observados por los lugareños o por los investigadores dispuestos a estudiarlos. No suelen ser motivo de documentales y ninguna multinacional los utiliza en su emblema, simplemente pasan desapercibidos.

Gato de Iriomote (Prionailurus iriomotensis) disecado en un museo. Especie en peligro crítico de extinción, pues su población se estima en unos 100 individuos. Está presente únicamente en la isla de Iriomote, que con 289km2 es la segunda de mayor tamaño de la prefectura de Okinawa. Imagen bajo licencia Creative Commons, Purplepumpkins (c).

Aún con todos estos condicionantes en contra, aún quedan locos apasionados dispuestos a saber más de ellos. Gerardo Valenzuela, biólogo de formación y profesor de instituto de ocupación, ha consagrado su vida al objetivo de ver, al menos, un ejemplar de las antes mencionadas 36 especies. Ya lleva 22 tras volver de Borneo de observar el gato de Bengala (Prionailurus bengalensis borneoensis).

Aunque sabía de su proyecto gracias a conocidos comunes y a que sigo el blog «Dando bandazos» de su amigo J.M. Valderrama, ha sido un gran placer para mi escuchar la entrevista que le hicieron (a él y a Valderrama) en el programa de viajes «Levando anclas» de Radio Euskadi, conducido magistralmente por Roge Blasco.

Ahora mismo planean una nueva expedición al noroeste de la India, donde hace unos meses estuvieron localizando una población de lince boreal (Lynx lynx) de la subespecie isabellinus de la que no se tenían noticias desde hace tres décadas.

Esta expedición, formada por profesionales pero completamente altruista, ha sido el germen para el establecimiento de convenios de colaboración con el gobierno indio y para la creación de la asociación Harmush, que pretende facilitar próximas expediciones.

Mis mejores deseos para éste y futuros proyectos.

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